En el barrio de San Antón, localizado en torno a esta plaza y las calles del Azaguán y Jesús, encontramos la judería de Híjar. La plaza es muy cerrada conservando cierto aspecto de privacidad respecto al pueblo. Todavía se conserva el arco de entrada a la judería y su edificio más representativo es el de la sinagoga, actual ermita de San Antón desde que fueran expulsados los judíos en 1492. El conjunto urbano de la judería de Híjar fue declarado Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés en 2002.
En el barrio de la villa, el más cercano al Río Martín encontramos diferentes edificios, destacan el palacio barroco del barón de Ara, en el que sobresale su portada en piedra, que contrasta notablemente con la fachada de ladrillo y el edificio emblemático de Híjar, su ayuntamiento con su lonja de triple arco donde se celebraba mercado semanal desde tiempos de Jaime I el conquistador.
El barrio morisco o de la Parroquia, situado en el extremo opuesto de la Villa y San Antón, destaca por las callejuelas y su arquitectura tradicional de ladrillo, y sobre todo la plaza de la Parroquia con su capilla de la Virgen de Arcos.
Comenzamos dejando el coche en la zona del puente sobre el Río Martín, en el parking de visitantes donde contamos con un cargador de coches eléctricos.
La iglesia de Santa María la Mayor en Híjar, originalmente se trataba de una iglesia gótico-mudéjar con nave única de un tramo cubierta con bóveda de crucería y ábside poligonal con contrafuertes exteriores. Su construcción comenzó en el siglo XIV, aunque sufrió reformas tanto en el siglo XVI como en el siglo XVIII.
El espacio más alto de la población lo ocupa los restos del antiguo castillo y palacio de los duques de Híjar. Del castillo, hay referencias de su existencia en el siglo X, con Abderramán III. Los escasos restos que se conservan de épocas que van desde la Edad Media hasta las guerras carlistas del siglo XIX.
Encontraremos estos dos destinos uno junto al otro. Además de que en verano tenemos un sombrío parque y una zona infantil.